25-11-06 Ya estamos en Sanse. Llegamos el día anterior, en tres turnos, mañana, tarde y noche, desde distintos puntos de España y en diferentes medios de locomoción, pero con un objetivo común: pasarlo en grande y hacer una gran carrera y está claro que se consiguieron ambas cosas. Cuando llegaron Iñaki y Jorge, mis chicas ya habían recorrido media ciudad. Contábamos con Iñaki (ex residente en Sanse) para orientarnos... menos mal que venía Isa. Lo que costó convencerle de que aquella no era la playa en la que se bañaba de pequeño.
Vaya ciudad guapa San Sebastian. Un poco cara, eso sí, menos mal que solo íbamos tres días, porque si no nos arruinamos. El paseo de la playa de la Concha lo recorreriamos por lo menos 37 veces. Yo creo que hacía años que no caminaba tanto pero es que había tantas cosas por ver....
Está claro que nos tira el monte. Subimos al Urgull, al Igeldo y porque no había más, oye, que parecemos de Bilbao
Hay que ver qué cuestecita subimos con el funicular.
26 de noviembre, el gran día. Balance de resultados: grandes dosis de cachondeo y un tiempo de 02:59:25. Hemos mejorado la marca. Y hablo en plural, porque no hay duda de que la aficción contribuyó a ello. El día que estemos uniformados con camiseta batimos el record.
Terminamos en Anoeta.
¡Y cómo terminamos!
Habrá que reponer fuerzas. Menú post-maratón, nada de barritas de cereales y bebidas energéticas: foie en salsa con mermelada de naranja, ensalada con queso de cabra y otras exquisiteces.
Ya sabemos de primera mano por qué le llaman el peine de los vientos. No hay más que ver los pelos que llevamos.
Bueno, pues como dice mi abuela: "de una en veinte y esta que no se cuente".